Escribo para dejar en alto esta historia y reconocer públicamente a un equipo que lo amerita.

Motivada por un podcast, me uní a Muni buscando algo diferente, pero igual de intenso y desafiante a lo que estaba acostumbrada. Lo que me encontré fue sorprendente. Tras sólo seis meses de operación de un modelo de negocio sumamente complejo, Muni ya estaba en tres países y facturaba USD 100k+ mensuales. Pero lo más sorprendente no era el crecimiento como tal, sino el equipo que lo alcanzó. Viniendo de un mundo corporativo más bien tradicional, ver a una compañía liderada por un equipo tan joven adquirir ese tamaño era inimaginable para mi.

Al dejar la rigidez, burocracia y el deber ser atrás y exigir a cambio curiosidad, adaptabilidad y agilidad, de repente todo parecía ser posible. La cultura de Muni es, en mi opinión, uno de sus principales legados. Una cultura instaurada, aplicada y reforzada por María, con una mentalidad y una dinámica de trabajo diferente… enfocada en el cliente, el detalle, el empoderamiento, la data y aún más importante, la ética. Y entonces, bajo estos pilares crecimos y normalizamos lo extraordinario.

Durante dos años de trabajar largas horas y una obsesión constante, levantamos la Serie A, alcanzamos los USD 3M en ventas mensuales, nos enfocamos en los economics y construimos una comunidad de más de 70,000 líderes para quienes Muni representaba una parte importante de su sustento.

Sin entrar en detalles del mercado, es claro que al final quedamos mal parados y de alguna u otra forma nos quedamos cortos. Nos ajustamos a la situación, pivoteamos y tomamos decisiones difíciles para asegurar el futuro de nuestra operación pero al parecer, no fue suficiente y nos vimos forzados a cerrar. Logramos muy buenos números pero, al ser un negocio de escala, todavía no éramos rentables y dependíamos de inyecciones de capital durante los primeros años para alcanzar el punto de equilibrio.

A pesar del resultado final, no me queda duda alguna que lo que construimos no fue en vano. Dimos un paso hacia adelante en cerrar la brecha tecnológica entre clases sociales, contribuimos al desarrollo del ecosistema de startups en Latam, fomentamos la visibilidad del género femenino en la industria tech y crecimos como profesionales, personas y líderes de forma acelerada. Fui testigo de la resiliencia, tenacidad e inteligencia emocional de quienes participaron en esta historia, y por eso mi profundo respeto. Se que para muchos, empezando por mi, Muni se convirtió en un proyecto personal…

A Mari, nada más que admiración, y a mi equipo, agradecimiento por siempre darla toda - Enivaldo Vizioli, Natalia Pereira, Santiago Rodriguez, Andrea Vargas, Nataly Rios, Rocio Martinez, Sergio Otalora, Felix López, Helen Barreto, Tatiana Rubio, Sebastian Villalba, Ricardo Garcia, Juan Sebastian Riveros, Segio Yate, Michelle Diaz, Yamile Silva, Talita Aparecida De Araujo, Nidia Acuña y Oliver Rehder, al igual que los que lo ayudaron a construir en algún momento: Camilo Mateus, Santiago Celis, Felipe Goncalves, Paulina Barreto, Karen Ortiz y Andrea Carvajal