<aside> 💡 Aqui intento contestar dos de las preguntas mas frecuentes: “¿Qué hubieras hecho diferente?” y “¿Cómo te sientes?”. Obviamente las respuestas son mucho mas complejas que el par de párrafos que escribo aquí, pero creo que sirven para dar un idea.

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Profesional

Siempre pensé que si Muni cerraba, era porque el modelo de negocio no funcionaba. Este no fue el caso. Obviamente, todavía había muchas cosas para seguir mejorando, y que todavía teníamos que solucionar, pero yo tengo la convicción de que el modelo funcionaba: nuestra retención era del 44% en el mes 12, y dollar retention mayor al 150%: estos son números “best in class” para e-commerces y marketplaces.

En cuanto a la sostenibilidad de largo plazo, sin ninguna duda era un negocio difícil, como lo son todos los negocios de bajos márgenes, pero el argumento más fácil es que si un supermercado, con todas las ineficiencias, alto costo por metro cuadrado, y toda la infraestructura de atención al publico, es rentable, Muni también podía. Eso sin contar todas las oportunidades que íbamos a poder capturar a medida que fuéramos creciendo, al llegar a un usuario que no está digitalizado y cuya data no se encuentra en ningún otro lugar. Y ya soñando más a largo plazo, todos los otros servicios, especialmente financieros, que íbamos a estar en posición de ofrecer.

¿No cometimos errores? Si, cometimos muchos, pero siempre fuimos nosotros mismos los primeros en evaluarnos desde un lente supremamente crítico, con el objetivo de corregir lo antes posible. No nos decíamos mentiras, ni elegíamos mirar para otro lado. Nos hacíamos las preguntas difíciles, y entre nosotros nos empujamos con los más altos estándares, evitando tomar el camino fácil y siempre tratando de construir para el largo plazo.

Al final,  el cierre de Muni es enteramente mi responsabilidad, independiente de la situación de mercado. No pudimos seguir porque yo no pude levantar una siguiente ronda, y fundraising era 100% mi responsabilidad. Si me tocara resumirlo, lo resumiría así: me falto paranoia. A grandes rasgos, los errores que cometí en fundraising, son los siguientes:

  1. No aproveché la posición de fortaleza en la que estábamos en nuestra Serie A. Aunque en el momento parecía una ronda soñada y Lightspeed quería tomar toda la ronda, tal vez haber hecho pushback para meter 1-2 fondos más, hubiera hecho que tuviéramos más apoyo para este mercado difícil, y que no solo monashees y Lightspeed tuvieran esa “carga”, en particular teniendo en cuenta que fueron varios fondos que tenían interés y les dije que no
  2. En la extensión no hice un proceso disciplinado y exigente de fundraising. Aquí todavía el mercado no estaba tan malo, y haber sido mucho más estratégica hubiera podido terminar incluso en una Serie B
  3. No exigí visibilidad sobre los “mandates”. Si me hubiera informado más sobre las limitaciones del early stage fund de Lightspeed, les hubiera quitado allocation en la Serie A, y serían “reservas” que tendríamos para el futuro - siempre y cuando tuvieron apetito para invertir
  4. En general, fui una CEO con un bias muy fuerte hacia operar, que era lo que disfrutaba y donde sentía que agregaba valor. Ser más paranoica e intencional con la construcción de las relaciones con diferentes inversionistas, posiblemente hubiera tenido un outcome diferente, además teniendo en cuenta que al ser un negocio capital intensive, fundraising tenía que ser un músculo tan bueno como cualquiera de nuestras otras ventajas competitivas, y no lo trate así.

Otro error que cometí es que no dimensioné que tan grande podría ser la corrección del mercado. Para mi siempre fue claro que lo que estábamos viviendo era una locura insostenible, pero creo que también al ser el único mercado que conocía, subestimé la velocidad y la magnitud de la corrección. Una analogía es que si el mercado estaba en 10, yo entendía que se podía ir a 0, pero no a -10, y eso fue lo que pasó. Si hubiera considerado esos escenarios en mi cabeza, no hubiera lanzado México y Brasil al mismo tiempo. Definitivamente teníamos que tener uno, pero los dos al mismo tiempo y con esa madurez del negocio era un gasto supremamente ineficiente y una complejidad altísima. Dado el costo del país adicional, en foco y en plata, esto si hubiera podido hacer una diferencia fundamental en nuestro destino. Al mismo tiempo, no sé si tener uno solo hubiera cambiado la historia de nuestra Serie A, entonces siempre me quedará la duda.

Algunas personas van a encontrar confort pensando que “hay algo más detrás” o que “seguro hay algo que no están contando” o “que el modelo no funcionaba”. Se estarán preguntando donde estamos escondiendo el muerto.  No hay nada que yo pueda hacer para convencerlos de que esta es toda la verdad. Entiendo la función psicológica de esta narrativa, porque genera una sensación de control, versus la alternativa que se deriva de pensar que algunas veces, hay factores externos que influyen sobre el resultado. Un pésimo mercado nos impidió seguir con un modelo de negocio que en un mercado “normal” hubiera por lo menos tenido la oportunidad de tener un poco más de tiempo para seguir madurando.

Personal

Creo que hay dos sensaciones muy fuertes, y algunos días se siente más una, otros otra. Una es positiva, otra es negativa. Mi intención aquí es ser transparente con las cosas que siento y que pasan por mi cabeza, no justificarlas. Es lo que siento, independientemente de si lo debería o no sentir,  sí me gustaría  o no sentirlas o si es productivo:

Positivo:

Me siento increíblemente afortunada de haber tenido la oportunidad de construir algo en lo que creo a muerte, con gente increíble, talentosa, apasionada, generosa y con un deseo muy profundo de aprender, de construir, de poner su grano de arena para que el mundo sea un lugar mejor. Siento una gratitud que no me cabe en el pecho, y una de las cosas más difíciles ha sido dejar de interactuar todos los días con estas personas. Me siento orgullosa de lo que construimos, y de que a pesar de las dificultades, o de las decisiones difíciles, siempre fuimos leales a nuestros principios y no negociamos las cosas que para nosotros no eran negociables - y las cosas que no eran negociables para mi. También me siento tranquila, porque a pesar de que Muni no funcionó, la forma en la que manejamos las cosas hizo que todos, incluida yo, saliéramos incluso con más oportunidades de las que teníamos antes. Y eso también me enorgullece mucho.

Negativo

Me siento en deuda y con culpa. Racionalmente sé que no “debería”, pero así me siento. Siento que le falle a los Líderes de Comunidad, y a todo el equipo de Muni, y a nuestros inversionistas - que jamás han hecho otra cosa más que apoyarme en este proceso, y que tienen claro que es parte del “juego”. Siento que deje pasar una oportunidad enorme de cambiarle la vida a millones de personas. Y, como entenderán todos los que hemos pasado por una tusa, estoy en ese momento que uno cree que nunca va a volver a sentir lo mismo, a enamorarse. En mi caso, a enamorarme de otro sueño de la misma forma que me enamoré de Muni.

También tengo rabia, y esto es tal vez el sentimiento que me da más miedo, porque creo que mal manejado me lleva a un estado de escepticismo que se traduce en parálisis. Me da rabia que estábamos haciendo las cosas bien, y “merecíamos” la oportunidad de seguir construyendo. Había suficiente valor en lo que estábamos construyendo para apostar, y éramos lo suficientemente disciplinados y talentosos para hacerlo. Le podíamos mejorar la vida a millones de personas. Nuestros números eran mejores (en algunos casos, por mucho) que todas las otras startups haciendo algo similar, o en general marketplaces/e-commerces en un stage similar, y lo sé porque he tenido la suerte de ver los números. Sin embargo, no solo se acabó ese mercado permisivo de exceso de capital, sino que prácticamente se cerro para compañías capital intesive en LatinoAmerica.

Tengo claro que el mundo no es un lugar justo, pero no por eso deja de molestarme: tanta plata invertida en tantas pendejadas (ver la sección: Si llegaste hasta aquí), tanta plata mal gastada y derrochada…y nosotros, con la posibilidad de mejorarle la vida a millones de personas, que nunca tuvimos oficinas bonitas, ni dimos kits de onboarding,  el único hoodie que dimos fue cuando cerramos la serie A, el leadership, incluida yo, se pagaba la mitad de lo que se podía ganar en el mercado, no tuvimos la oportunidad de seguir construyendo. Levantamos USD 30M y ni siquiera pagué mi deuda del MBA (USD 150k). La gente me pregunta por qué. Y la razón es la misma detrás de muchas de las decisiones de Muni: cada dólar lo usamos para maximizar la probabilidad de que el modelo funcionara. Y no me arrepiento en lo más mínimo, porque hoy duermo tranquila. Pero si, me da mucha rabia, no haber tenido la oportunidad de seguir construyendo. No es rabia contra nadie en particular, sino más generalizada sobre cómo funciona el mundo. Mi tarea es no dejar que esa rabia sea improductiva y me paralice, sino transformarla en motivación para seguir construyendo y creando oportunidades.

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